El huracán Irma dejó un rastro de árboles arrancados, automóviles hundidos y edificios sin techo en las islas del Caribe el miércoles, mientras avanzaba hacia la costa estadounidense y Miami.
Los expertos están preocupados por las consecuencias de la tormenta en estas islas debido a que las comunidades son más difíciles de alcanzar desde el continente, la infraestructura existente es precaria y los recursos de ayuda federal de Estados Unidos pueden ser estirados tan pronto pase la situación del huracán Harvey.
En Puerto Rico, el desastre también puede empeorar el dengue, transmitido por mosquitos.
Eric McNulty, director de la Iniciativa de Liderazgo para la Preparación Nacional de la Universidad de Harvard, dijo: “Cuando se trata de dos incidentes consecutivos como éste, ambos con consecuencias potencialmente importantes, es mucho más difícil que tratar con uno“.
El huracán Irma azotó Puerto Rico con fuertes lluvias y vientos durante la noche, dejando al 68% de los residentes sin electricidad y al 40% de los hospitales funcionando con generadores el jueves por la mañana.
Dos de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, St. Thomas y St. John, sintieron lo peor de los efectos de la tormenta, requiriendo evacuación de pacientes del Hospital Roy Lester Schneider y de refugios inundados por la tormenta.
“Estación Aérea Borinquen, #Puerto Rico está preparando insumos para los sobrevuelos para verificar el daño de #Irma”.
La tormenta destruyó el 90% de los hogares en Barbuda, dijo Gaston Browne, primer ministro de la nación caribeña isleña de Antigua y Barbuda, a la emisora nacional ABS Televisión / Radio.
Bill Gentry, profesor de gestión de desastres de la Universidad de Carolina del Norte, dijo que “a diferencia de la península, donde las evacuaciones se miden en cientos de kilómetros, en las comunidades insulares, el refugio simplemente significa, el próximo edificio más resistente”, agregó, “no puedes mover una isla”.
A las 5 pm, el Servicio Meteorológico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica informó el miércoles que la tormenta se estaba alejando de la parte más septentrional de las Islas Vírgenes en dirección hacia Puerto Rico.
Un huracán de Categoría 5 con vientos a 185 millas por hora, Irma es ahora el huracán más poderoso que se ha formado en el Océano Atlántico.
El miércoles por la noche, la agencia advirtió a los residentes de Puerto Rico, de daños causados por vientos de alta velocidad, oleadas de tormenta y fuertes lluvias. El gobernador Ricardo Rosselló activó la Guardia Nacional y declaró estado de emergencia el lunes.
Más que las zonas afectadas por el huracán en el continente, en EE.UU. se inclinarían más en la asistencia militar en la primera respuesta, dijo Gentry. A partir de la mañana del miércoles, la Guardia Costera de los Estados Unidos estableció un puesto de mando en San Juan, preparándose para una respuesta posterior al huracán en Puerto Rico.
La llegada del huracán Irma, una semana después de la desaparición de la tormenta tropical Harvey, podría afectar los recursos de las agencias federales, como FEMA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos. El aislamiento de la isla también hará que la entrega de ayuda sea más difícil.
“Cuando se habla de USVI y Puerto Rico, ninguna Marina Cajun va a navegar para agregar a esa fuerza”, dijo McNulty de Harvard, refiriéndose a un equipo voluntario de Luisiana que trajo barcos para ayudar a los residentes de Texas varados por Harvey. “Cuando estás en una isla, tienes lo que tienes”.
Gentry cree que las secuelas serán parecidas a los efectos del terremoto de 2010 en Haití. Esa destrucción causó un cuello de botella: los primeros en responder que se habían reunido para viajar a la región, simplemente no podían llegar allí. “Va a haber tanta destrucción que la primera respuesta va a despejar el espacio”, dijo Gentry.