5. Tenemos palabras únicas
Es un idioma tremendamente rico, no importa lo que quieras decir porque siempre hay una palabra para prácticamente todo.
ADVERTISEMENT
A: “Ey, ¿hay alguna palabra en español para ese momento después de la cena, de compartir con tus amigos o familia?”
B: “Sobremesa”
A: “¿En serio?, ¡¿existe una palabra para eso?!”
ADVERTISEMENT
6. No todo es literal
Si los traduces a otro idioma, los insultos no siempre tienen mucha coherencia, ni siquiera entre países latinos. Insultos de México, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile, etcétera, no tienen sentido a oídos de sus vecinos.
ADVERTISEMENT