4. Pasar al lado de un perro extraño mirándolo directamente a los ojos
Una mirada puede ser muy poderosa. Cuando nos miran a los ojos podemos sentirnos muy intimidados o también, podemos percibir una dulzura. La mirada es parte del dominio para muchas mascotas y aunque estés sonriéndole al perro que ves pasar, él puede percibir esa mirada como dominante o incluso agresiva. Acercarte de esta manera a un perro que no conoces no es la mejor opción y menos si vas de frente e inclinándote directo hacia él.
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