Ha sido un sábado trascendental para SpaceX y para el futuro de los viajes tripulados al espacio.
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A las 2:49 a.m. ET, la compañía aeroespacial estadounidense fundada por Elon Musk realizó su primer lanzamiento de Crew Dragon.
Es una gran noticia porque esta es la primera vez que un interés comercial ha lanzado una nave espacial que fue construida para transportar humanos.
LIFTOFF! The next big leap in a new chapter of U.S. human spaceflight systems has left the pad. @SpaceX’s #CrewDragon demo flight will be the 1st commercially-built & operated American spacecraft designed for humans to dock at the @Space_Station. Watch: https://t.co/Fm5NQSfAXJ pic.twitter.com/YoiOf67kQL
— NASA (@NASA) March 2, 2019
“¡DESPEGAR! El siguiente gran salto en un nuevo capítulo de los sistemas de vuelos espaciales humanos de los Estados Unidos ha dejado la pista de lanzamiento. El vuelo de demostración #CrewDragon de @SpaceX será la primera nave espacial estadounidense comercialmente construida y operada diseñada para que los humanos atraquen en la @Space_Station”.
Los vuelos espaciales estadounidenses han sido tradicionalmente el dominio de la NASA, pero en la última década se ha visto un cambio gradual hacia que los intereses comerciales compartan la responsabilidad.
SpaceX y Boeing están liderando esa carga, por lo que el exitoso lanzamiento de Crew Dragon representa un hito importante.
Sin embargo, todavía es solo un primer paso. Aunque la cápsula del Dragón en sí está diseñada para transportar a una tripulación de hasta siete astronautas hacia el cielo, la que se lanzó el sábado, Demo-1 es su designación, es más una prueba: lleva unos pocos cientos de libras de carga, más una muñeco lleno de sensores llamado «Ripley».
El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, elogió el lanzamiento como una «nueva era en los vuelos espaciales».
What today represents is a new era in spaceflight. #LaunchAmerica pic.twitter.com/Ziw3yXJ8pr
— Jim Bridenstine (@JimBridenstine) March 2, 2019
“Lo que hoy representa es una nueva era en el vuelo espacial. #LaunchAmerica”
Añadió: «Esperamos ser un cliente de muchos clientes en un sólido mercado comercial en órbita terrestre baja, por lo que podemos reducir los costos y aumentar el acceso de manera que, históricamente, no ha sido posible».
Los ahorros de costos mencionados por Bridenstine son muy reales. Después de que la NASA retiró su flota de transbordadores en 2011, los EE.UU. han confiado en Rusia para que traiga astronautas desde y hacia la Estación Espacial Internacional.
El uso de un cohete ruso Soyuz cuesta aproximadamente $80 millones por asiento, comparado con el costo de $51 millones para volar en un vehículo SpaceX o Boeing.
Los comentarios de Bridenstine no lo dejan muy claro, pero la NASA está estrechamente involucrada en el desarrollo de los vuelos espaciales comerciales de los Estados Unidos.
La influencia de la agencia da forma a varios aspectos de la planificación de terceros, incluido el diseño, la seguridad y la financiación, en el marco de su Programa de tripulación comercial.
Ahora que Demo-1 está en el espacio, comienza la siguiente fase de su misión. A primera hora del domingo por la mañana, la cápsula se acoplará a la EEI para dejar su carga. Después de eso, Demo-1 se separará y comenzará su viaje de regreso a la Tierra.
Suponiendo que todo vaya bien para Demo-1, el primer lanzamiento de Crew Dragon para transportar humanos reales al espacio podría llegar tan pronto como el verano de 2019.