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25 experimentos psicológicos que te harán reflexionar sobre el comportamiento humano

¿Por qué las personas actúan de la manera que lo hacen? Los psicólogos han estado reflexionando sobre esta cuestión desde la antigüedad. Gran parte de lo que sabemos sobre la mente humana ha venido de experimentos de psicología llevados a cabo en el siglo pasado.

Desde el Experimento de Conformidad de Asch, hasta el Experimento de la Prisión de Stanford de Zimbardo, los psicólogos de esta lista de experimentos de psicología han ayudado a reunir nueva información y proporcionar una visión de las tendencias caóticas del pensamiento y el comportamiento humanos. Estos son 25 experimentos de psicología.

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25. Test de atención selectiva

¿Crees que eres muy observador? Hay una manera de averiguarlo. Haz clic en el video de arriba. ¿Diste con la respuesta correcta? Si lo hiciste, ¡felicitaciones! Pero la pregunta más importante es: ¿Notaste al hombre con el traje de gorila? En el famoso test de atención de Simons y Chabris, se pidió a los sujetos que contaran cuántos pases ocurrieron entre los jugadores de baloncesto del equipo blanco.

En medio de la prueba, un hombre con traje de gorila caminó hacia la pista y se paró en el centro antes de caminar fuera de la pantalla. El estudio encontró que la mayoría de los sujetos no se dio cuenta del gorila en absoluto, lo que demuestra que los seres humanos a menudo sobrestimamos nuestra capacidad para realizar múltiples tareas eficientemente.

24. El violinista en la estación de metro

¿Te tomas el tiempo para detenerte y apreciar la belleza que te rodea? De acuerdo con un experimento realizado en 2007, es probable que no lo hagas. El famoso violinista Josh Bell se hizo pasar por un músico de la calle en una estación de metro de Washington DC para ver cuántas personas se detendrían y escucharían.

A pesar de que estaba tocando un violín artesanal de $ 3.5 millones y acababa de agotar las entradas para un concierto en Boston, donde los precios de los boletos eran de $ 100 cada uno, muy pocas personas se detuvieron para apreciar su hermosa ejecución. Hizo unos miserables $ 32 ese día.

23. Escaleras de piano

Una iniciativa de Volkswagen llamada La teoría de la diversión se está estableciendo para demostrar que el comportamiento de la gente se puede cambiar para mejor haciendo de las actividades mundanas algo divertido

En un experimento reciente, pusieron teclas de piano en la escalera de una estación de metro de Estocolmo (Suecia) para ver si más gente estaría más dispuesta a elegir la opción más saludable y tomar las escaleras en lugar de la escalera mecánica.

Ese día, 66 por ciento más de las personas tomaron las escaleras, lo que demuestra que la diversión es la mejor manera de lograr que la gente cambie sus costumbres. Actualmente la idea se ha ido desarrollando en otros países como México.

22. El experimento de Milgram

Los seres humanos son entrenados para seguir las órdenes de figuras de autoridad desde muy temprano en la vida. Un experimento realizado en 1961 por el psicólogo Stanley Milgram de la Universidad de Yale midió esta disposición a obedecer a las figuras de autoridad al instruir a la gente a realizar actos que entraran en conflicto con su moral.

A los participantes se les pidió que desempeñaran el papel de «maestro» y administraran descargas eléctricas al «alumno», que supuestamente se encontraba en una habitación diferente, cada vez que respondía a una pregunta incorrectamente.

En realidad, nadie estaba realmente siendo castigado. En su lugar, Milgram colocó grabaciones para hacer sonar como si el alumno estuviera sintiendo un gran dolor y quisiera poner fin al experimento.

A pesar de estas protestas, muchos participantes continuaron el experimento cuando la figura de autoridad los urgió a hacerlo, aumentando el voltaje después de cada respuesta incorrecta hasta que algunos administraron eventualmente lo que serían choques eléctricos letales. Experimentos similares llevados a cabo a partir del original han proporcionado resultados casi idénticos, lo que indica que las personas están dispuestas a ir en contra de sus conciencias si figuras de autoridad les dicen que lo hagan.

21. La prueba del malvavisco

¿Puede la gratificación diferida ser un indicador del éxito futuro? Esto es lo que Walter Mischel de la Universidad de Stanford buscó determinar en su Experimento del Malvavisco de 1972. Niños de cuatro a seis años fueron llevados a una habitación donde se colocaba un malvavisco sobre la mesa frente a ellos. Antes de dejar a cada uno de los niños solos en la habitación, el examinador les dijo que recibirían un segundo malvavisco si el primero estaba todavía sobre la mesa después de 15 minutos.

El examinador registró cuánto tiempo cada niño resistió comer el malvavisco y más tarde notó si los resultados se correlacionaban con el éxito del niño en la edad adulta. Una minoría de los 600 niños comió el malvavisco inmediatamente mientras que un tercio de ellos difirió su gratificación el tiempo suficiente como para recibir el segundo malvavisco.

En los estudios de seguimiento, Mischel encontró que aquellos que difirieron la gratificación eran significativamente más competentes y recibían puntuaciones SAT más altas que sus compañeros, lo que significa que esta característica probablemente permanece con una persona durante toda la vida.

20. El efecto espectador

En caso de una emergencia, la mayoría de la gente probablemente querría estar en una zona muy concurrida ya que tendrían una mayor probabilidad de recibir ayuda. Contrariamente a la creencia popular, estar rodeado de gente no garantiza nada. Un fenómeno psicológico llamado El efecto espectador indica que las personas son más propensas a ayudar a alguien en peligro si hay pocos o ningún otro testigo.

Si hay más gente alrededor, uno suele pensar que alguien más se detendrá para ayudar. Los científicos llaman a esto la difusión de la responsabilidad. El Efecto Bystander fue probado recientemente en una concurrida calle de Londres y resulta que el status social percibido juega un papel importante en si una persona recibirá ayuda, pero la mayoría de la gente continúa su camino sin parar.

19. El Experimento de Conformidad de Asch

El experimento de Asch es otro ejemplo famoso de la tentación de conformarse durante situaciones de grupo. Esta serie de experimentos llevados a cabo en la década de 1950 colocó a un sujeto en una sala llena de actores. La persona que realizó el experimento sostuvo una imagen con tres líneas numeradas y pidió a cada persona en la habitación que identificara la línea más larga.

Los actores eligieron a propósito la línea incorrecta para determinar si el sujeto respondería honestamente o simplemente iría junto con la respuesta del grupo. Los resultados mostraron una vez más que las personas tienden a conformarse en situaciones de grupo.

18. El experimento de la prisión de Stanford

Considerado como uno de los experimentos psicológicos más antiéticos de todos los tiempos, el experimento de la Prisión de Stanford estudió los efectos psicológicos que un entorno penitenciario podría tener en el comportamiento. En 1971, una prisión simulada se construyó en el sótano del edificio de psicología de la Universidad de Stanford y 24 estudiantes varones fueron seleccionados al azar para desempeñar el papel de prisionero o guardia de la prisión durante dos semanas.

Los estudiantes se adaptaron a sus papeles un poco demasiado bien, haciéndose agresivos hasta el punto de infligir tortura psicológica. Incluso el profesor de psicología Philip Zimbardo, quien actuó como superintendente del experimento, se mostró susceptible a sus efectos, permitiendo que el abuso continuara.

El estudio fue cancelado después de sólo seis días debido a su intensidad, pero demostró que las situaciones podían provocar ciertos comportamientos, a pesar de las tendencias naturales de un individuo.

17. El experimento del muñeco Bobo

https://www.youtube.com/watch?v=OnXr7JruYSA

Durante la década de 1960, surgió mucho debate sobre cómo la genética, los factores ambientales o el aprendizaje social daban forma al desarrollo de los niños. Albert Bandura condujo El experimento del muñeco Bobo en 1961 para probar que la conducta humana proviene de la imitación social más que de factores genéticos heredados.

Estableció tres grupos: uno fue expuesto a adultos mostrando comportamiento agresivo hacia un muñeco Bobo, otro fue expuesto a un adulto pasivo jugando con el muñeco Bobo, y el tercero formó un grupo de control. Los resultados mostraron que los niños expuestos al modelo agresivo eran más propensos a mostrar un comportamiento agresivo hacia el muñeco, mientras que los otros grupos mostraron poco comportamiento imitativo agresivo.

16. Los perros de Pavlov

¿El nombre Pavlov te suena familiar? Si no, probablemente has estado viviendo bajo una roca. Este famoso experimento hizo extensivo el concepto del reflejo condicionado. Pavlov examinó la tasa de salivación entre los perros cuando les presentaba comida. Se dio cuenta de que los perros salivaban al ver la comida, por lo que comenzó a sonar una campana cada vez que la comida era presentada a los mismos.

Con el tiempo, los perros comenzaron a asociar el sonido de la campana con la comida y a salivar al oír la campana, demostrando que los reflejos se pueden aprender.

15. El pequeño Albert

El experimento de El pequeño Albert es como el equivalente humano del experimento de Pavlov. Probablemente uno de los estudios psicológicos más antiéticos de todos los tiempos, este experimento, llevado a cabo en 1920 por John B. Watson y su compañera Rosalie Rayner en la Universidad Johns Hopkins, condicionó a un niño de nueve meses a desarrollar miedos irracionales.

Watson comenzó colocando una rata blanca delante del bebé, que no mostró ningún miedo al principio. Entonces produjo un fuerte sonido golpeando una barra de acero con un martillo cada vez que el pequeño Albert tocaba la rata. Después de un rato, el chico comenzó a llorar y a mostrar signos de miedo cada vez que la rata aparecía en la habitación.

También creó reflejos condicionados similares con otros animales y objetos comunes hasta que Albert les temía a todos, demostrando que el condicionamiento clásico funciona en seres humanos.

14. Experimento social Carlsberg

En este hilarante anuncio que se convirtió en un experimento social, parejas desprevenidas entraban en una sala de cine de 150 asientos llena de 148 intimidantes motociclistas y descubrían que los dos únicos asientos vacíos eran precisamente los de el medio.

Algunas de las parejas salían del teatro para evitar tener que lidiar con los motociclistas para poder llegar a los asientos, pero aquellos que se quedaron fueron recompensados con cervezas Carlsberg y un montón de aplausos.

¿Qué harías en esa situación? ¿Saldrías sabiendo que tu vida todavía estaría intacta, o caminarías hacia el medio de la sala y te arriesgarías a ofender a uno de esos tipos intimidantes? Sólo otra razón por la cual la gente no debe juzgar basándose en las apariencias.

13. El experimento del niño desaparecido

La gente a menudo no se da cuenta de su entorno, una idea que se puso a prueba durante El experimento del niño desaparecido. Un folleto con información y una foto sobre un «niño desaparecido» fue colocado en las puertas de una tienda concurrida. Algunas personas se detuvieron a estudiar el volante, mientras que otras simplemente le echaron un pequeño vistazo o no lo miraron en lo absoluto.

Lo que todas estas personas tenían en común es que todas fueron completamente inconscientes del hecho de que el niño en el volante estaba de pie justo en frente de la tienda. El experimento ha sido reproducido varias veces con resultados similares, tal como te lo mostramos en el video de arriba. Este experimento demuestra que los seres humanos tienden a pasar por alto muchas de las cosas que les rodean.

12. Una clase dividida

Inspirada por el asesinato del Dr. Martin Luther King Jr., la maestra de tercer grado Jane Elliott creó un ejercicio en 1968 para ayudar a sus estudiantes blancos a entender los efectos del racismo. Elliott dividió su clase en dos grupos: estudiantes de ojos azules y estudiantes de ojos marrones.

El primer día, designó a los niños de ojos azules como el grupo superior y les dio privilegios adicionales, mientras que los niños de ojos marrones representaban el grupo minoritario. Ella desalentó a los dos grupos de interactuar y señaló a los estudiantes para enfatizar los aspectos negativos de los miembros de la minoría. Notó cambios inmediatos en el comportamiento de los niños.

Los estudiantes de ojos azules se desempeñaron mejor académicamente y algunos empezaron a intimidar a sus compañeros de ojos marrones, mientras que los estudiantes de ojos marrones experimentaron una menor confianza en sí mismos y un peor desempeño académico. Al día siguiente, invirtió los papeles de los dos grupos y los estudiantes de ojos azules se convirtieron en el grupo minoritario.

Al final del ejercicio, los niños estaban tan felices que se abrazaron unos a otros y acordaron que la gente no debería ser juzgada en base a apariencias externas.

11. Los Monos de Harlow

https://www.youtube.com/watch?v=HcTdx0OJjl4

Puedes agradecerle a Harry Harlow por la cantidad de afecto que recibiste cuando eras niño. En una serie de experimentos polémicos durante los años 60, él reveló la importancia del amor de una madre para el desarrollo sano de la niñez. Harlow separó monos rhesus de sus madres unas horas después de su nacimiento y los dejó ser «criados» por dos madres sustitutas.

Una madre estaba hecha de alambre con una botella adjunta para comer; la otra estaba hecha de tela suave pero carecía de comida. Curiosamente, los monos bebés pasaron mucho más tiempo con la madre de tela que con la madre de alambre, lo que demuestra que el afecto desempeña un papel más importante que el sustento cuando se trata de desarrollo infantil.

10. El experimento de la cueva de los ladrones

Este clásico estudio, que recuerda a El Señor de las Moscas de Golding, es un ejemplo clásico de prejuicio y resolución de conflictos. 22 niños de 11 años de edad fueron separados al azar en dos grupos y llevados a un campamento de verano en el Parque Estatal «cueva de los ladrones» en Oklahoma.

Los grupos fueron alojados en cabinas separadas y ninguno de los grupos conoció la existencia del otro durante toda una semana. Los muchachos se compenetraron con sus compañeros de cabina durante ese tiempo. Cuando los dos grupos fueron presentados, comenzaron a exhibir signos de abuso verbal.

Para aumentar el conflicto entre los grupos, los experimentadores los hicieron competir unos contra otros en una serie de actividades. Más hostilidad se produjo hasta que los grupos se negaron a comer en la misma habitación. La fase final del experimento implicó convertir a los grupos rivales en amigos.

Las divertidas actividades que los experimentadores habían planeado como disparar petardos y ver películas no funcionaban inicialmente, así que crearon ejercicios de trabajo en equipo donde ambos grupos se vieron obligados a colaborar. Al final del experimento, los muchachos decidieron montar el mismo autobús a casa, demostrando que el conflicto puede ser resuelto y el prejuicio superado a través de cooperación.

9. El estudio del monstruo

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Conocido como El estudio del montruo debido a sus métodos poco éticos, este experimento determinó los efectos de la terapia del habla positiva y negativa en los niños. Wendell Johnson de la Universidad de Iowa seleccionó veintidós niños huérfanos, algunos con tartamudez y otros sin ella.

Involucró a los tartamudos en la terapia del habla positiva, alabándolos por su fluidez, y los no tartamudos en la terapia del habla negativa, menospreciándolos por cada error. Como resultado del experimento, algunos de los niños que recibieron terapia de habla negativa sufrieron efectos psicológicos y mantuvieron problemas del habla durante el resto de sus vidas, haciéndolos un ejemplo de la importancia del refuerzo positivo en la educación.

8. Bostezo contagioso

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Todo el mundo sabe que los bostezos pueden ser contagiosos, pero ¿sabías que los perros son capaces de «atrapar» bostezos también? Un estudio reciente realizado en la Universidad de Londres encontró que el 72 por ciento de los perros bostezaron después de observar a una persona hacerlo.

En promedio, los perros tardaron 99 segundos en bostezar y las edades y los géneros de los perros no afectaron el bostezo. Aunque el hecho de que esto suceda sigue siendo un misterio, los investigadores piensan que puede tener algo que ver con la «capacidad de empatía» de un perro.

7. El efecto Halo

https://www.youtube.com/watch?v=ZGe_BLK9HWY

Un hallazgo clásico en la psicología social, el efecto Halo es la idea de que nuestra impresión general de una persona puede basarse en un rasgo sobre ellos. Por ejemplo, si alguien tiene una personalidad agradable, la gente podría encontrar otras cualidades de esa persona más atractivas.

En un experimento reciente, un hombre hizo dos videos para un sitio web de citas. En el primer video, leyó el guión de una manera optimista, mientras que en el segundo, leyó el mismo guión de una manera más melancólica. El primer video fue dado a un grupo de chicas y el segundo fue dado a otro grupo, que vio el video en una sala separada.

Las chicas que vieron el video optimista encontraron que el hombre era simpático, mientras que las chicas que vieron el segundo video encontraron que el hombre era desagradable, a pesar de que había leído el mismo guión. Así demuestra la importancia del tono en la percepción del atractivo general y el modelado del Efecto Halo en acción. Numerosas variantes del experimento han sido probadas en diferentes países, como en el caso del video de arriba.

6. Gemelos idénticos

Durante siglos, gemelos idénticos han fascinado a los psicólogos. Se han realizado múltiples estudios para demostrar la existencia de una conexión psíquica entre ellos. En un experimento, la personalidad de la televisión Derren Brown intentó demostrar que los gemelos idénticos poseen habilidades de comunicación extrasensorial.

Exista o no realmente una conexión psíquica, las respuestas similares de los gemelos a los estímulos sensoriales indican que los genes, la crianza y las experiencias de vida compartidas pueden hacer que los gemelos desarrollen procesos de pensamiento similares.

5. El experimento de accidente automovilístico

Las memorias pueden ser engañosas. Esto es lo que Loftus y Palmer descubrieron en su experimento de accidente automovilístico de 1974. Los dos querían ver si la redacción de las preguntas de cierta manera afectarían el recuerdo de los participantes distorsionando sus recuerdos de un acontecimiento.

Los participantes observaron las diapositivas de un accidente automovilístico y se les pidió que describieran lo que había sucedido como si fueran testigos oculares. Los experimentadores encontraron que el uso de diferentes verbos afectó los recuerdos de los participantes del accidente, mostrando que la memoria puede ser fácilmente distorsionada.

4. Disonancia cognitiva

¿Alguna vez has sufrido una decepción y luego te convenciste de que no estabas decepcionado en absoluto? Si respondiste que sí, has experimentado un fenómeno psicológico llamado «disonancia cognitiva». En 1956, el estudiante de psicología Jack Brehm llevó algunos de sus regalos de boda a clase (una lámpara, una tostadora, una radio de transistores, etc.) y pidió a todos que evaluaran el atractivo de cada artículo. A los estudiantes se les pidió después que eligieran entre dos objetos que consideraban igualmente atractivos.

Después de hacer una elección, se pidió a los estudiantes que puntuaran todos los artículos nuevamente. Todos incrementaron las calificaciones de los artículos que habían elegido y rebajaron las calificaciones de sus artículos de segunda opción, mostrando que los humanos siempre tratarán de convencerse de que han tomado la decisión correcta. El experimento se basó en la teoría de Leon Festinger sobre la Disonancia cognitiva que verás en el video de arriba.

3. Campaña de abrazos gratuitos

Todos hemos tenido malos días. A veces, un abrazo es todo lo que necesitamos para sentirnos mejor. Un hombre que se hacía llamar Juan Mann decidió realizar un experimento social propio para probar esta teoría.

Él se paró en un área concurrida de Sydney, Australia sosteniendo un cartel que leía «abrazos gratis» y emprendió la misión de esparcir la alegría en su ciudad natal. Su campaña «Abrazos gratis» provocó una tremenda respuesta sólo para ser prohibida por la policía.

Pero en un giro inspirador, más de 10.000 personas firmaron una petición para mantener la campaña en marcha, enviando un mensaje esperanzador de que la humanidad puede encontrarse incluso en esta era de medios y tecnología impersonales.

2. Ceguera al cambio

La ceguera al cambio es la incapacidad de detectar cambios sutiles en objetos o escenas que serían perfectamente evidentes cuando se inspeccionan más de cerca. Esta inconsciencia puede incluso incluir el reconocimiento de las caras humanas. Un experimento reveló que las distracciones visuales pueden causar ceguera al cambio. Un hombre detrás de un mostrador entregó un formulario de consentimiento a un sujeto.

Luego se agachó detrás del escritorio para «recuperar un paquete» sólo para que un hombre diferente saliera de detrás del escritorio y diera el paquete al sujeto. El segundo hombre en el experimento no se parecía al primero, e incluso, llevaba una camisa de color diferente. Asombrosamente, el 75 por ciento de los sujetos ni siquiera notó el cambio, revelando cuánto se pierde el cerebro humano de un momento a otro.

Otros experimentos relacionados con este fenómeno pueden encontrarse en la red, como por ejemplo el que te dejamos arriba. 

1. El experimento de la cámara escondida en el elevador

https://www.youtube.com/watch?v=BgRoiTWkBHU

¡Sonríe, estás en la Cámara escondida! Este clip del popular show de la década de 1960 revela lo que sucede cuando un espectador inocente cae víctima de un experimento de comportamiento colectivo. El video muestra las reacciones cómicas de varios hombres ante un comportamiento social extraño en un ascensor.

Como la mayoría de las personas, se conformaron con seguir el comportamiento del grupo, aunque no tenían idea de lo que estaba sucediendo, revelando que los individuos siempre tratarán de encajar incluso si no entienden el comportamiento del grupo.

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