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Las 10 cosas que sólo haces si eres de Bogotá

Bogotá Plaza de Bolivar Bogotanos

By Andrea Gaetano (Own work) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons

Ser bogotano, identificarse como tal, puede llegar a ser complicado, porque allí se reúnen personas de todo el país. Bogotá es una gran ciudad, no solo por su extensión y número de habitantes, sino por toda su historia, su cultura, sus tradiciones y las personas que allí viven.

Como capital del país es una ciudad que reúne a personas de todos los lugares de Colombia, y del mundo también. Sin embargo, el bogotano (el rolo, el cachaco), sabe identificar su historia y sus tradiciones, las respeta y las perpetúa en el tiempo. 

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El bogotano sabe que no goza de la mejor fama, porque creen que es frío y antipático, porque dice tener el acento más neutro (debatible) y porque dicen que no sabe bailar. Pero esos son solo estereotipos. Estas son algunas de las cosas que solo los bogotanos hacen y disfrutan en su ciudad.

1. Su brújula es Monserrate

Un bogotano no se pierde en la ciudad, siempre y cuando logre ver dónde está la iglesia de Monserrate.  Es el mayor punto de referencia dentro de la ciudad, al igual que toda la pared natural de los cerros orientales.

Si un bogotano se siente ligeramente desubicado, su reacción natural será buscar las montañas y listo, ya sabe dónde es el oriente, el norte, el sur y el occidente.

2. Hacen sopitas en chocolate

Las onces de los rolos son muy tradicionales, no hay nada como un chocolatico caliente (¡en leche!, no en agua) para el frío, acompañado de queso y almojábana. Ahora, cuando está en la privacidad de su hogar, es común que se sirva chocolate no un pocillo sino en una taza más grande, o incluso un plato hondo, para poder meter pedacitos de pan y hacer las sopitas de chocolate.

3. Saben la diferencia entre tinto y perico

A diferencia de otros países donde el ‘tinto’ se refiere al vino tinto, en Colombia es un café oscuro, o al que le llaman ‘americano’.

En las cafeterías de Bogotá es usual encontrar tinto o perico (o un pintadito). El perico no es un ave, ni una insinuación de droga, ni mucho menos, es el café con leche. Al que también le dicen pintadito, porque es el café pintadito con un poquito de leche.

4. Salen preparados para cualquier clima

El clima de Bogotá es famoso, porque es impredecible y variable. Un mismo día puedes pasar de sol, a lluvia, viento y un calor infernal. 

Por eso mismo,  a un verdadero bogotano el clima no lo toma por sorpresa. Ellos saben, entonces salen de su casa con una variedad de ropa increíble que se adapta a cualquier situación. Seguramente tendrá un paraguas guardado en algún lado, y debajo de una gran ‘chompa’ tendrá una camisa delgada por si hace calor.

5.  Saben qué es La Puerta Falsa

Es un ícono de Bogotá, de su pasado colonial y de lo mejor de la gastronomía de la capital de Colombia. Dicen que los mejores tamales de Bogotá se consiguen allá.

¿Ya te diste cuenta? Es un restaurante, y uno de los más antiguos de Colombia, pues tiene más de 200 años de historia. 

Está al norte de la Catedral Primada y cuando se fundó, no tenía ningún aviso, pero como quedaba en frente a uno de los accesos laterales de la Catedral (hoy tapiado), que en arquitectura religiosa llaman puerta falsa, de ahí surgió el particular nombre.

El bogotano sabe que los mejores tamales, chocolates, ajiacos, aguadepanelas y dulces tradicionales rolos, se encuentran en La Puerta Falsa.

A CONTINUACIÓN: Los 10 mejores restaurantes de comida mexicana en Bogotá. HAZ CLIC AQUÍ PARA SEGUIR VIENDO >>

6. «Bogotá, Bogotá no tiene mar pero tiene ciclovía»

Esa pegajosa canción que fue pauta para la ciclovía de Bogotá, la siguen cantando los rolos con orgullo. 

Orgullo de verdad, no resignación. Bogotá es de las pocas ciudades que todos los domingos y festivos del año cierra vías para que puedan ser usadas para montar en bicicleta, patines, para caminar, salir a pasear con el perro y en general, para hacer deporte. Le quitan la prioridad a los carros.

En Bogotá, un domingo es para salir a la ciclovía.

7. No le da soroche

El bogotano vive a 2600 metros más cerca de las estrellas, y lo dice con orgullo. Por eso, no es de los que se queda sin aire y se marea por la altura. No le da el mal de montaña (soroche). Mientras que los que llegan a Bogotá, especialmente de zonas costeras, sufren por la falta de oxígeno.

Existe un hashtag en Instagram: #2600mascercadelasestrellas, porque el bogotano está orgulloso y sabe que está en un lugar privilegiado del mundo.

8. Sale de ‘septimazo’

Desde hace años que oímos a nuestros padres hablar del septimazo. Y hoy en día es más popular, dada la peatonalización del centro. 

La carrera Séptima, la una de las vías más importantes de la ciudad, históricamente hablando.  Era el ‘camino real’, la ‘calle de la carrera’, la principal vía de salida hacia el norte de la ciudad y el ‘camino de la sal’, por donde entraba la sal que se extraía de las minas de Zipaquirá y Nemocón.

Con los años la Séptima se llenó de buses, pero los viernes en las tardes y noches se cerraba el acceso de vehículos para darle paso a un bulevar cultural. Mimos, vendedores, artistas, grupos de música y cualquier cosa que te imaginarás estaría allá. Salir a darse un ‘septimazo’ era salir a caminar por la Séptima. Hoy en día, en la parte del centro, la Séptima es peatonal y cuenta con un carril para bicicletas, hay quienes aún salen de plan de caminar por allí.

9. Sabe dónde se compra ‘bueno, bonito y barato’

Quien no haya hecho compras en los almacenes ONLY, sencillamente no es bogotano. Con su tradicional sistema de baldes y poleas para mover la mercancía entre los pisos del almacén, es una práctica única y representativa de este popular almacén que tiene un lugar especial en el corazón de todos los bogotanos.

Lo más típico para ir a comprar al ONLY son las medias de colegio o la ropita para bebé. Calidad y buen precio en un mismo lugar.

10.  Sabe cuando es el día de museos gratis

Hay dos momentos en la vida de todo bogotano para conocer los museos de la ciudad: cuando se es niño y hace parte de una salida del colegio, o los últimos domingos de cada mes, porque la entrada es gratuita.

Entonces arma el plan completo para salir de domingo cultural, que incluye por supuesto, la visita a los principales museos, una caminata por la Plaza de Bolívar, comer algo en La Puerta Falsa, darse una caminata por el ‘Mercado de las Pulgas’ y el ‘septimazo’.

 

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