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La isla que esconde al insecto más extraño del mundo

A pesar de que el ser humano ha provocado la extinción de varias especies, en este caso, ha tenido una segunda oportunidad con una especie que se creía extinta.

Dicha especie reapareció en la Pirámide de Ball, el cual es un islote con forma de pirámide que se encuentra en la mitad del Pacifico. Su altura equivale a 6 veces la Estatua de la Libertad, es uno de los lugares conocidos más aislados del planeta, compuesto básicamente de roca inhóspita.

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Se encuentra cerca de  la isla de Lord Howe, de la que está separada por 23 kilómetros, frente a las costas australianas y, aunque es un codiciado destino para escaladores de todo el mundo debido a su flora y fauna, se han limitado muchísimo las licencias para poder visitar la isla. Allí ha hecho una aparición sorprendente, una criatura extraña y antigua.

La Pirámide de Ball fue descubierta por la Armada Británica en el año 1778, el pico de esta magnífica construcción geológica llega a los 1.844 pies.
Aunque parece una lejana y puntiaguda guarida de dragón, en realidad era un antiguo volcán; y es el lugar de residencia de los últimos supervivientes de una especie muy especial.

Esta formación rocosa, fue el hogar de una extraña criatura. Estos insectos negros y blindados tienen supuestamente la longitud de una mano humana y, debido a sus dimensiones, se les dio el nombre de “langostas de los árboles”, «langostas de suelo» o «salchichas con patas». Pueden llegar a medir hasta 15 centímetros y a pesar hasta 25 gramos, las hembras son más grandes que los machos.

Son alargados y con unas patas robustas; no es extraño que en los machos la parte superior de las patas sea particularmente gruesa, no tienen alas, pero en cambio pueden correr muy rápido. Los únicos que quedaban en la Tierra (que se supiera) tenían la apariencia de la madera y un exoesqueleto de camuflaje.

El insecto Palo (Dryococelus australis) fue muy común en la isla Lord Howe, tanto que eran utilizados como cebo para la pesca, pero se extinguieron en 1918, cuando el barco Makambo encalló en la costa de la isla, llevando una plaga de ratas que se alimentó de los huevos del insecto. El último fue visto con vida en la isla en 1920, después de esto la especie se consideró extinta.

Sin embargo, a partir de los años 60, escaladores que llegaron a la Pirámide de Ball afirmaron haber visto insectos muertos que podían pertenecer a esta especie.

Ellos informaron que eran muy parecidos al insecto Palo que se consideraba extinto. En los años siguientes se encontraron más insectos muertos, pero no se logró encontrar ningún espécimen vivo.

Finalmente, en el año 2001, dos científicos australianos, David Priddel y Nicholas Carlile, decidieron investigar los rumores sobre los cadáveres de los insectos Palo en la Pirámide de Ball

Junto al  equipo de entomólogos y conservacionistas que aterrizaron en la Pirámide de Ball para trazar un mapa de su flora y fauna, encontraron al grupo de insectos. 

Los científicos redescubrieron bajo un arbusto la única comunidad de insectos Palo de la isla de Lord Howe, sólo habían 24 ejemplares, por lo que no es arriesgado decir que estamos hablando del insecto más escaso y raro del mundo.

La población de insectos Palo estaba viviendo bajo un único arbusto de Melaleuca; así pues, estos rarísimos ejemplares que ya se creían extintos se encontraron justo en un trozo de roca que salía del mar, pero además, no en toda la roca sino en un punto específico: en un área 6 x 30 m a una altura de 100 m por encima de la costa. El arbusto crecía en una grieta pequeña, donde el agua se filtraba por las grietas de las rocas subyacentes.

Al encontrarlos se dieron cuenta de que eran tan grandes como se se creía: “Cuando los vi y pudimos verlos de cerca, me sentí como si hubiera retrocedido a la era jurásica”, dijo Carlile, “cuando los insectos gobernaban el mundo”.

En el año 2003, regresaron a la isla los científicos, recogieron dos parejas reproductoras y, después de muchas dificultades iniciales, se consiguió reproducirlos en cautiverio.

El objetivo es la reintroducción de la especie en la isla de Lord Howe si el proyecto para erradicar las ratas invasoras es un éxito. En 2008 la población en cautiverio había aumentado hasta los 11.376 huevos y 700 insectos. Veinte de ellos fueron introducidos en un hábitat especial en la isla de Lord Howe.

Hace poco tiempo, lograron captar el nacimiento de una nueva generación de insectos en video, fue un momento realmente mágico.

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