Cuando a Sophia, una niña de 2 años de edad, le dijeron que podía elegir un premio por terminar su entrenamiento para ir al baño, sabía exactamente lo que quería.
Ella y su madre, Brandi Benner, visitaron una tienda cerca de su casa en Carolina del Sur, donde Sophia pasó 20 minutos mirando todas las muñecas en el pasillo de juguetes.
«Ella eligió a la muñeca doctora, porque en su mente, ella ya es un médico«, dijo Benner. «A ella le encanta hacer los chequeos y si entras a la casa, ella te dirá que es lo primero que necesitas».
Sophia, quien cumplirá 3 años en julio, estaba tan emocionada por la elección de su nueva muñeca hasta que llegaron a la caja registradora para pagar.
Brandi Benner
Por cierto, ¿Mencionamos que la muñeca es negra y Sophia es blanca? Aunque para nosotros no es relevante tal distinción, lo mencionamos por lo siguiente:
La cuestión surgió cuando una cajera de la tienda le preguntó a Sophia si no preferiría tener una muñeca que se pareciera a ella. Según su madre, Sophia tenía una respuesta lista. «Ella se parece» respondió la niña. «Ella es doctora, soy una doctora, es una niña linda, soy una niña linda, vea su bonito cabello, vea su estetoscopio».
Brandi Benner
Si bien Benner acredita el conocimiento de la palabra «estetoscopio” al dibujo animado llamado «Doc McStuffins». Su madre le da crédito a Sophia por saber lo que es realmente importante y el tono de piel de la muñeca no lo era. Para Sophia, ella y la muñeca comparten las mismas aspiraciones.
Benner se sintió aliviada de no tener que defender la elección de su hija y se alegró de que Sophia no se sintiera perturbada por la pregunta de la cajera. «Si ella fuera otra niña, eso podría haberla desanimado», dijo Benner.
Benner publicó en su cuenta de Facebook, su experiencia. Se ha compartido más de 140.000 veces con más de 19.000 comentarios. La mayoría de ellos han sido mensajes de apoyo de otras madres o personas con experiencias similares. Y los pocos negativos no la molestan.
«Sólo quiero enseñar a mis hijos lo que es el amor y eso está incluido en mis propias acciones«, dijo Benner, explicando por qué no discute con los que hacen comentarios negativos.
Investigaciones sugieren que los niños no nacen con prejuicios sobre raza y género. De todos modos, Sophia no sabe nada de eso. Sólo sabe que a cualquier lugar que vaya, quiere que venga su muñeca. Incluso la niña y su muñeca le hacen «chequeos» médicos a otras muñecas.