En la industria del software, existe una presencia importante de software no utilizado en las empresas, por dos razones principales: en primer lugar, el software puede estar fuera de uso en caso de reducciones de personal, fusiones, cambios en el sistema de información o en el negocio.
En segundo lugar, un software que nunca se ha utilizado desde su primera compra porque se han sobreestimado las necesidades o debido a cambios continuos en la estrategia.
Pero, el software que no se utiliza en una empresa podría ser valioso para otras organizaciones.
En este sentido, las empresas tendrían un gran interés en el comercio de software de segunda mano para ahorrar costos.
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Las licencias de software de segunda mano se pueden comprar con un descuento en comparación con las nuevas y la reventa de licencias usadas puede representar una ganancia.
De igual modo, las compañías considerarían el software de segunda mano para garantizar la estabilidad del mismo y depender menos de la actualización continua de los proveedores de éste.
Esto traería beneficios especialmente para las PYMES. Ya que ofrece a las empresas perspectivas de ahorro significativas en el rango de 30% a 50%.
Si bien desde hace años se comercializan estas licencias de software de segunda mano, últimamente ha habido un repunte en la expansión de este mercado.
Las principales licencias de software que se comercializan en el mercado de segunda mano son los productos de Microsoft, SAP, Oracle y Adobe.
Los revendedores requieren versiones relativamente recientes, el mercado actual es principalmente para el software lanzado después de 2007.
Sin embargo, los proveedores y fabricantes de software han asumido una postura de defensa y han estado tratando de evitar la reventa de productos de software, reclamando la ilegalidad de práctica y llevando el caso a los tribunales.
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Aún así, la reventa de software de segunda mano ha sido considerada legal en muchos tribunales de Europa. A pesar de esto, los proveedores han continuado su campaña contra la reventa bajo su propio riesgo y costo.
Los casos muestran que, de hecho, los proveedores de software tienen prohibidos reclamar la ilegalidad con respecto a la venta de software de segunda mano.
Uno de los casos más populares fue la decisión del tribunal de Hamburgo en 2008, que «prohibió a Microsoft publicar acusaciones engañosas con respecto a la legalidad del comercio con software usado».
En este sentido, desde el punto de vista legal en Europa, después de que el producto se vende por primera vez, el comercializador original no puede oponerse a la reventa del producto.
De igual manera, el Tribunal de Justicia Europeo dictaminó que, en el caso de las licencias transmitidas a través de Internet, el comprador de segunda mano tiene derecho a descargar nuevamente el programa del servidor del fabricante.
También, se dispuso que el producto de software aún se puede usar después de que el contrato de mantenimiento haya expirado y las modificaciones debidas a los servicios de mantenimiento estén integradas en el producto.
Con respecto a Estados Unidos, en el aspecto legal se determinó, luego del caso Vernor contra Autodesk, que los compradores estadounidenses pueden comprar la capacidad de utilizar una licencia, pero que no poseen el software.
Hay muchas empresas que comercializan estas licencias y software de segunda mano, como por ejemplo, la Tienda de las Licencias que venden programas y sistemas operativos como Windows 7, Windows 10 u Office. También se puede comprar Office 2019. Esta compañía vende licencias en más de 20 países, son digitales y también se envían por correo electrónico. Son licencias que se han activado previamente en otro dispositivo, pero que ya no están en uso.
Otra opción que aprovechan las empresas de licencias de segunda mano es la modalidad de “licencias de uso” que han adoptado las empresas en los últimos años para obtener un mayor margen de ganancia que consiste en “alquilar” la licencia del programa durante un tiempo determinado.
El usuario debe cancelar una cuota mensual o anual para seguir usándola volviendo a introducir el número de la licencia. Ya sea que la adquiera en forma física o digital.
Así, cuando no se renuevan las cuotas, estas licencias pueden ser reusadas para la reventa, ampliando las posibilidades de este mercado.
En vista de todos estos factores, parece que el mercado de ventas de licencias usadas seguirá expandiéndose, por todo el ahorro que ello implica.
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