Se trata de Noa Jansma, una joven de 20 años que estudia diseño en Eindhoven, en los Países Bajos. Como muchas mujeres que caminan por la calle, a menudo los hombres acosadores le gritan cosas. Por lo tanto, para responder, ella decidió pasar un mes tomándose selfies con ellos.
«Estábamos hablando de este tema en clase», dijo durante una entrevista. «Me di cuenta de que la mitad de la clase, las mujeres, sabían de qué estaba hablando y lo vivían a diario. Y la otra mitad, los hombres, ni siquiera pensaron que esto seguía ocurriendo. Algunos incluso no me creyeron”.
Así que decidió enseñarles. Durante un mes, tomó 24 fotos del momento en que le decían algo en la calle uno o varios hombres. Ella publicó estas fotos en su cuenta de Instagram, @dearcatcallers (queridos acosadores).
«Pensé que los hombres desconfiarían de mí que descubrirían mis motivos cuando me tomara selfies con ellos, así que tuve un poco de miedo«, dijo.
«Pero la mayoría de las veces tienen el pulgar hacia arriba, están felices porque honestamente piensan que me están halagando. Realmente no se preocuparon por mí. Nunca se dieron cuenta de que yo era infeliz», añadió.
Ella añade subtítulos que explican cómo fue acosada.
«Hey sexy chiquita, ¿a dónde vas sola?» escribió ella junto a esta foto.
«Lentamente me sigue 2 calles gritando ‘sexy’ y me grita ‘¿quieres venir a mi auto?’«
«Weheeee chica caliente«.
«Por supuesto, mi seguridad es más importante que este proyecto«, dijo. «No tomé fotos cuando me gritaban cosas en la oscuridad, en pequeñas calles«.
La mayoría de los mensajes recibidos por Jansma han sido positivos. También notó que algunos hombres le agradecían por abrir los ojos al problema.
Pero también ha sido acosada en línea.
«Me han llamado una p**a de la atención o una mentirosa,» dijo ella.
«Este proyecto también me permitió manejar el acoso: invaden mi privacidad, yo invado la suya, pero también es para mostrar al mundo exterior que esto está sucediendo tan a menudo», dijo.
A pesar de que ha dejado de tomar fotos, le gustaría entregar las riendas a otras mujeres, en Europa y alrededor del mundo, para continuar con este proyecto.
«Yo no soy el tema. El tema es el acoso en la calle. También quiero mostrar que esto sucede en todo el mundo. Pero quiero asegurarme de que las mujeres lo hagan responsablemente, porque lo que hago es un poco arriesgado«.